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LA JOVEN DE LA PERLA / la Mona Lisa holandesa

Para muchos es conocida como “la Mona Lisa holandesa”, sin duda es uno de los mejores -si no el mejor- retrato del pintor holandés Vermeer.

La mirada de la joven constituye la esencia del cuadro, es la gran protagonista, que se complementa con la sensualidad de los labios, prescindiendo de detalles que puedan desviar la atención.

Sin embargo, el punto focal principal no recae sólo en la mirada de la modelo sino en la perla, perla plasmada con sólo dos pinceladas, que reflejan por una parte el cuello blanco de la modelo y, por otro, los destellos derivados del mismo foco de luz lateral que ilumina el rostro.

Las perlas son un elemento recurrente en la mujeres pintadas por Vermeer. Escribía el místico Francisco de Sales (1567-1622) cuya traducción holandesa fue publicada en 1616: “Tanto en el pasado como en el presente, era y es costumbre entre las mujeres colgarse perlas de las orejas por el placer causado, cuando las perlas tocan la piel al moverse.

Pero dado que yo sé que Isaac, envió pendientes a la pura Rebeca como signo de su amor, pienso que esta joya significa en sentido espiritual que la oreja es la primera parte que un hombre quiere tener de su mujer y que la mujer debe conservar más fielmente.

Mariel.