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Piedra del mes de Mayo: Esmeralda

La esmeralda, una de las “cuatro piedras preciosas principales” (el diamante, la esmeralda, el rubí y el zafiro), es la elección primaria como piedra natal para mayo. Preferida por Aristóteles, Cleopatra, y anfitriona de la nobleza, la realeza y las celebridades desde el pasado hasta la actualidad, la esmeralda ha sido altamente valorada durante más de seis mil años, en casi cualquier cultura y civilización del mundo.

Como una variedad de berilo verde-verde azulado, la esmeralda simboliza el crecimiento verde y la abundancia exquisita de la primavera.

Esta vívida gema tiene una durabilidad que se presta para todos los tipos de joyería con piedras natales, y abre y alimenta el corazón de cualquiera que la use.

¿Cuál es el color de la esmeralda?

Aunque universalmente es un sinónimo del color verde, el color de la piedra natal de mayo varía de un verde azulado a un verde o un verde ligeramente amarillento. El tono de la piedra solamente es parte de la distinción cuando se relaciona o no con una piedra preciosa como esmeralda; estos colores también deben ser ricos en su saturación (intensidad del color) y tono (claridad y oscuridad del color). La esmeralda más deseable es la que tiene un verde ligeramente azulado con un tono oscuro medio y una saturación fuerte y vívida. Las piedras preciosas con tonos más débiles y claros se clasifican como berilo verde.

Las esmeraldas que carecen de fisuras superficiales son muy raras y la mayoría de estas piedras natales de mayo en el mercado han recibido un tratamiento de relleno de fractura con un aceite natural, como el cedro, el cual tiene un índice de refracción cercano al de la esmeralda. Esta práctica es tan común que generalmente es aceptada en el comercio de gemas; en cambio, el uso de aceites verdes colorantes se considera como una práctica inaceptable y poco ética (si no se revela su uso) entre los profesionales de las piedras preciosas y por ello debe evitarse.

Origen de la esmeralda 

Tal como sucede con mucha etimología de las piedras preciosas, la historia sobre cómo la esmeralda recibió su nombre es una historia fascinante que ha dado vueltas y vueltas a lo largo de los siglos, países e idiomas. Los antiguos egipcios la llamaban bwyrq (egipcio para “brillar”), los árabes barq (árabe para “brillante”), y los hebreos baraket (hebreo para “esmeralda, gema brillante”).

La ruta hacia nuestro uso moderno del nombre esmeralda comenzó cuando fue llamada marakata por los antiguos indios, una palabra que significa “el verde creciente de las cosas”. Esta palabra se abrió paso de alguna forma hacia el persa, la cual fue traducida en aquel entonces por los griegos como smaragdos, “piedra verde”. Este término luego fue adoptado en el latín ordinario como smaralda, luego en el francés antiguo como esmeraude, y finalmente en el inglés antiguo como emeraude.

Tradición de la piedra natal de mayo

Plinio el Viejo, el naturalista y filósofo romano del siglo primero, elogiaba a la esmeralda, declarando que “nada es más verde” que una esmeralda. Continuó describiendo cómo los lapidarios descansaban sus ojos exhaustos al “mirar a la esmeralda, su suave color verde reconfortando y eliminando su cansancio y lasitud”. Esta creencia ha sobrevivido hasta la era moderna con la cual los curanderos metafísicos usan las esmeraldas para aliviar los problemas oculares.

Usada en el mundo antiguo como un talismán para protegerse de los encantos y hechizos malvados, la piedra natal de mayo también era considerada como una reveladora de la verdad que podía “ver” a través de las mentiras y los juramentos falsos. Los antiguos hindúes ofrecían esmeraldas al Dios Krishna para recibir el conocimiento del alma y la eternidad, mientras que los antiguos egipcios relacionaban la esmeralda como un símbolo de fertilidad y renacimiento.

Asimismo, los hindúes asociaban la esmeralda con el planeta mercurio, aunque fue conectada con el planeta Venus por los romanos. Si hablamos del zodiaco en la astrología moderna, ambos planetas se consideran como planetas regentes de los nacidos en mayo; Tauro (mayo 1 – 20) es regido por Venus, y Géminis (mayo 21 – 31) es regido por Mercurio. Ya que el planeta Venus permanece de manera prominente en el cielo nocturno, brillando como una esmeralda, no es ninguna sorpresa que los romanos le hicieran esta atribución.

Mariel.